Polivalente. Un adjetivo propio de Fábio Coentrao. Un jugador capaz de
jugar en cualquier posición. Una persona capaz de afrontar todo lo que la vida
le puso por delante. En Realmadrid Televisión dijo “A pesar de todo, fui
feliz”. Y es que él es hijo de un pescador de Vila do Conde, que siempre tuvo
que buscar esa polivalencia en todos los aspectos. Dejó la escuela para
trabajar y ayudar su familia. Dejó de trabajar para formarse como jugador, y en
uno de los mejores.
“Figo
das Caxinas”, como le llaman en su pueblo natal, empezó su carrera a los 16
años, en el Rio Ave F.C. A principios de 2007/08 fichó por el S.L Benfica en el
cual debutó. Posteriormente fue cedido sucesivamente al Nacional de Madeira,
Zaragoza y nuevamente, en Rio Ave pero en el 2009/10 Jorge Jesús, entrenador de
las Águilas, vio en él la solución para el lateral izquierdo y fue así como
volvió al Benfica. Se estrenó con la selección absoluta portuguesa en la eliminatoria
repesca para la Copa del Mundo. El 5 de julio de 2011 firmó por el Real Madrid,
club que le fichó por 30 millones de euros más Ezequiel Garay por seis
temporadas. Debutó con el club blanco el 17 de julio en la pre-temporada, dando
una asistencia de gol a Karim Benzema contra los L.A.Galaxy.
Mou ya le ha probado en todas las
posiciones posibles. Tanto en el lateral o extremo izquierdo como medio centro,
media punta, medio centro defensivo o enganche. No es titular en el Madrid
porque lucha contra unos jugadores en su puesto: Marcelo. Pero de Fábio no hay
duda. Es un jugador gigante y polivalente. Además de todos estos aspectos en él
predomina la humildad, cosa que ya han perdido muchos en este mundo que es el
fútbol, de cuando era un niño. Ese niño que empezaba a dar los primeros
toques un balón y en una cancha de
piedra. Un niño que hoy ya es un ejemplo. Un crack dentro y fuera del campo.
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