El mejor fichaje del Real Madrid la temporada pasada sin duda fue Mesut Özil. El turco-alemán brillo, con luz propia, la temporada que paso dando asistencias y haciendo goles. Ya se lo consideraba un crack mundial. Entro en la primera nominación para el Balón de Oro 2011. Quedo entre los 23 finalistas pero no logro ser uno de los tres mejores, en este momento, del mundo. Que es un mago, nadie lo duda pero esa magia se le esta escondiendo. No la encuentra y por ello, en varios partidos de esta temporada, se le ha ido la titularidad de sus manos. El Bernabéu lo tenía en los altares. Toda España, hablaba de él. Todo el mundo ya conocía a “El Mago de Öz” alemán. Pero desde la vuelta de Kaká, ha perdido protagonismo. Kaká vino para jugar siempre (a pesar de sus lesiones) y Mesut no se ha dado cuenta que ya tenía competencia. Tarde. El brasileño ya le había arrebatado la titularidad.
Su carrera
futbolística comenzó a muy temprana edad pasando por muchos clubes de su
barrio. Hasta que, en 2005, se incorporó a las categorías inferiores del
Schalke 04. La primera temporada, con el juvenil A, marcó 10 goles y ganó, con
su equipo, la Bundesliga sub-19. Recién en el 2006 hizo su debut. Fue un 12 de
agosto, en la categoría superior, y contra el Fránc Fort. En el 2008 el club
renano se impuso a renovarle su contrato, que caducaba al año siguiente. Su
futuro se quedaba tirado en la calle cuando se cruzó al rescate el Werden
Bremen, club que le fichó el 31 de enoro por €4,3 millones. En el 2008/09 ganó
la Copa de Alemania, titulo conseguido por los verdiblancos jugando contra el
mismísimo Bayer Leverkusen. En esa final Özil fue el autor del único y
victorioso tanto para hacerse con la Copa. En el 2010 unos de los mejores
clubes del mundo le quería. Fue, finalmente, fichado el 17 de agosto de ese año
por el Real Madrid, club que pagó por sus servicios €15 millones. Realizó sus
debut con los lancos el 22 de agosto contra el Hércules C.F.
Desde ese
momento empezó a enamorar al madridismo. Tenía a su entrenador maravillado. A
un Bernabéu rendido a sus pies. Jugaba y se marcaba ovacionado. Era ya una
pieza fundamental en el once de Mou. Y así terminó la temporada. Marcando y
jugando como crack. Pero lo que este mago no sabía era que en un gimnasio,
escondido, había otro mago. Un mago, pero destrozado por las lesiones. Otro
mago queriendo volver. Pasó el tiempo y este salió de esa cueva. Volvió. Pera
ya era tarde para que Özil se diera cuenta. Kaká hizo una gran pre-temporada.
Özil una muy sencilla pero buena. Y desde esa vuelta, ha este mago se le fue
escapando más y más esa magia. Ya no destacaba como antes. Todo el mundo empezó
a criticarle. Que Özil no estaba en su mejor momento, que que le pasaba a
Mesut. Eran todos preguntas pero ni una respuesta. De que es un crack nadie
duda, de que puede volver a ser ese chaval, que hace año atrás, llegó a este
Madrid y lo revoluciono, de que puede volver a ser pieza indiscutible en el
equipo. Yo no lo dudo, es uno de los mejores del mundo y todavía, con lo joven
que es, puede escalar más y más aún. Es un mago queriendo reencontrar su magia.
Marina Ruiz
En twitter
@LocaxCristiano
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